miércoles, 29 de septiembre de 2010

Más crisis: La ropa que se come

Los trajes que diseña Emily Crane, estudiante de diseño de la Universidad de Kingston (Reino Unido), no se guardan dentro de un armario sino en un frigorífico a baja temperatura. Y es que esta británica ha creado una original colección de prendas de vestir que se comen. Su trabajo se exhibirá durante la próxima Semana de la Moda de Londres, el 17 de septiembre.



Para dar luz a sus creaciones, la joven diseñadora ha trabajado con químicos, expertos culinarios y costureros innovadores, que le han permitido estudiar y consolidar la base científica de sus trajes. Entre los materiales que utiliza Crane como materia prima destacan la gelatina, las algas y los colorantes alimentarios.

Cuando tengas hambre... ñam, ñam

De cara a futuro, Emily espera poder vender sus diseños en forma de "kits" que contengan todo lo necesario "para que una persona cultive sus propios conjuntos a medida". Y quizás, en un futuro no muy lejano, los invitados a una cena no sólo coman del plato, sino que sus propios trajes de fiesta podrían ser una delicatessen más del banquete.